Amy quería echar un buen polvo antes de su próxima sesión de animadoras y encontró al chico malo del barrio para que le hiciera pasar un buen rato. Pudo practicar con él sus habilidades para la mamada y ponérsela dura, luego abrió las piernas y dejó que su polla le bombeara el coño y le corriera por toda la cara.