Kathy Anderson lleva mucho tiempo enamorada de su compañera de habitación. Los dos son adultos y están buenísimos, así que pensó ¿por qué no? Se encuentra con él en la cocina con una faldita corta y le hace saber sus intenciones. La polla de él ya estaba dura incluso antes de que ella la chupara, y los compañeros de habitación se retiraron al dormitorio para echar un polvo salvaje.