Brittany Bardot disfruta de la compañía de su vecino. La hace reír, la hace sonreír y hoy la hace correrse. Brittany sabía lo que hacía cuando se acercó a su casa con su sexy vestidito negro. Pudo ver cómo se le hinchaba la polla en los pantalones y pronto la tuvo en la boca. Brittany se pone a cuatro patas y suplica cada centímetro de esa polla mágica.