A Tess le pareció oír un alboroto fuera de la ducha mientras se bañaba y, efectivamente, su hombre entró para masturbarse y mirarla. Pero Tess se puso cachonda al verle la polla, así que follaron allí mismo, contra el lavabo. Su piel aún está caliente y húmeda por la ducha mientras él le folla el coño hasta dejárselo en carne viva y se corre en su boca.