Una historia real. Las residencias de ancianos son camas calientes de sexo. Todos los vejestorios están aburridos y no se puede jugar mucho al mahjong para pasar el rato. Dana, Claire e Ivana tienen un pequeño pacto en el que se reúnen para hacer tríos lésbicos. Cada una lleva un juguete y se dan un orgasmo tras otro. Dicen que así se mantienen en forma.