Yui y Konomi están listas para el rock. Son asiáticas, así que empiezan un poco tímidas, frotándose las piernas con el semental y mirando su polla hinchada. Pero en cuanto saca el vibrador y lo pone en sus coños peludos, ¡las cosas se calientan! Se convierten en zorras cachondas que no pueden esperar su turno para saltar sobre su polla.