A Regina le encanta ser tutora. No sólo le encanta transmitir sus conocimientos y ver ese momento en que uno de sus alumnos "lo pilla", sino que también le encanta ver su cara cuando realmente lo pilla... ¡y por pillar queremos decir anal! Siempre son los tíos buenos de las fraternidades de sus clases universitarias los que necesitan tutoría, y la recompensa de Regina es sentir sus pollas en el culo.