Samantha Bentley no podía esperar a que su novio llegara a casa del trabajo. Llevaba todo el día pensando en él y no veía la hora de empezar el fin de semana con un buen polvo. Ella le recibe en el salón y él sabe inmediatamente que quiere su polla. A Samantha le encanta cómo se la folla a cuatro patas, pero se da la vuelta para correrse sobre su vientre.