Yuki Mori prepara una escena sexy cuando enciende sus velas y entra en la habitación vestida con su kimono rojo. Un rápido masaje aceitoso hace que su cliente se ponga cachondo y duro como una piedra. Yuki no puede resistirse a una gran polla, así que juega un rato con ella antes de abrirse de piernas para que él pueda follársela bien. Yuki se inclina y lo suplica con más fuerza antes de vaciársela con la boca.