A Katie Kaliana le molestaba que su marido la obligara a matricularse en una clase de educación continua de reparación de automóviles. Hasta que vio al instructor. Supo que tenía una gran polla por el bulto de sus pantalones y Katie se propuso follársela. El último día de clase se puso lencería bajo el mono y se desnudó para que él se la metiera en su húmedo agujero.