Lea Queen siempre ha disfrutado con la sensación de que un hombre fuerte la coja en sus fornidos brazos y la zarandee un poco. Él la envuelve con su palpitante erección, pero la sensación de su piel desnuda contra su suave cuerpo le recuerda todas las sesiones que solía tener con su padre después de cumplir dieciocho años y mudarse con él a un apartamento lejos de mamá.