Malena y Sarah Vickers no han tenido ocasión de pasar tiempo de calidad entre ellas, ya que tienen sus propias responsabilidades de las que ocuparse, pero un jueves por la noche, pillan un resquicio de tiempo libre. Se desnudan y se enseñan mutuamente lo bien que saben comer coños, y luego sacan los juguetes y empiezan a tantearse mutuamente con sus pequeños extensores.