La californiana Calli Cox piensa que todos los días son días de playa. Eso significa que cuando se despierta en su casa de Malibú, tiene que hacer algunas cosas para poder ir a surfear. Por cosas hechas, se refiere a su boca y su coño, por supuesto. Chupa una polla gorda y luego se agacha para que se la follen en lencería. Al final, la puta rubia se llena la boca de semen.