A Marie Luv le encanta el esperma. En realidad, no le gusta que se la follen, no puede correrse con una polla en el culo y sus habilidades de mamadora se centran en la recompensa final. Sin embargo, su amor por el semen se ha extendido a todas las demás facetas de su vida sexual y la ha convertido en el tipo de cubo de semen que todos podemos aprobar.