Unas piernas largas con botas negras de charol son condenadamente sexys. Fíjate en los tacones de esta zorra y observa cómo se inclina hacia delante sobre las puntas de los pies para colocarse en el ángulo perfecto para que él le lame el chochito. Todo termina como debe ser, con una de las más esponjosas tandas de polvo de estrellas que jamás hayas visto escupida en la cara de una joven rubia. Gracias Kimberly.