Carmella Bing tiene dos globos llenos en su pecho bien apilado y cualquiera de ellos es lo suficientemente grande como para reclamar tu atención. Cuando los engrasa y se pone boca arriba, te quedas hipnotizado por esos melones, aunque su culo pelado esté ahí esperando a que se lo limpies con la manguera. Es casi suficiente para que eches de menos su culo por completo.