Tiffany Taylor nació para ser estrella del porno. Tiene una piel suave y tersa, grandes pechos naturales que rebotan, una boca que podría chupar una pelota de tenis a través de una manguera de jardín y un coño suave y cálido. Por si fuera poco, es una auténtica ninfómana y mirarla a los ojos mientras te chupa la polla es el paraíso en la tierra.