Barbara Summer sabe que es fácil pasar la prueba del polígrafo incluso con todos esos electrodos pegados a las manos, siempre que pueda mantener su mente alejada de la mentira. Para ello, deja que los hombres la violen todas las noches, de modo que la humillación siga fresca en su mente cuando llegue el momento de someterse a la prueba.