Llevamos a esta preciosa rubia al sofá y nos la follamos como si no hubiera un mañana. No paraba de decirnos que le diéramos más fuerte y más profundo, haciéndonos saber lo puta depravada que era. Después de darle la vuelta y follarle el culo, le dimos una buena corrida en la boca para rematar la faena.