Dos lesbianas a las que se les hace la boca agua se salpican mutuamente la cara interna de los muslos con tanta saliva que parece que un San Bernardo no entrenado haya estado entrando y saliendo del plató mientras las cámaras estaban fuera. Unos besos profundos al final de este clip reafirman el hecho de que, después de todo, todo salió de sus bocas.