Cindy Crawford ha sido una zorrita mala y en esta escena fetichista va a recibir entrenamiento de obediencia. La provocan con un grueso trozo de carne metido hasta el fondo de su garganta antes de encadenarla a la pared y obligarla a mirar cómo otra zorra traviesa chupa la polla. Luego, Cindy sigue sin poder participar en la acción y, con un consolador atado a la barbilla, se convierte en la folladora de coños en esta doble penetración. Después, ¡de vuelta a la jaula para más entrenamiento!