Sería prácticamente imposible para cualquier tío con trabajo salir con Kat. Esta latinita necesita que le rellenen los agujeros cuatro o cinco veces al día, tendrías que volver a casa del trabajo cada pocas horas sólo para que ella pudiera arrancarle otro orgasmo o, para cuando llegaras a casa, la mayoría de tus muebles olerían por habérselos metido en el coño.