Puede que sea joven, pero eso no significa que no sea divertida. Con una sonrisa en la cara, se pone manos a la obra enseguida y necesita muy poco para poner en marcha su motor. Ésa es la ventaja de tirarse a una tía que aún tiene las pilas nuevas, en vez de a una vieja puma que necesita un montón de juegos preliminares para ponerse en marcha.