A Mary le encanta provocar y se siente perfectamente cómoda delante de la cámara. Dice que se pone cachonda sólo con saber que el cámara la está mirando a través del objetivo, y que le da mucho juego, con la esperanza de hacerle saltar la leña. Esas enormes tetas son lo bastante asombrosas como para hacérselo, pero cuando ella se corre sobre ellas es cuando el cámara tiene problemas para mantenerse erguido.