Aburrida de la vida normal, esta madura ama de casa decidió echar a su marido a la calle y empezar a acostarse con todo el vecindario. Ofreciendo su culo a cualquiera que lo desee, empezó a trabajar en el porno, y ahora cualquiera puede ver cómo su boca y su coño son trabajados duramente por largas pollas.