En su camiseta de muñeca, Julie Robbins sale a la colina de los conejos y practica sus giros y paradas masturbando con la mano cada poste de uno en uno hasta que se siente lo suficientemente cómoda en su agarre como para sentirse segura dejando que el recorrido se corra sobre ella. Su paciencia se ve recompensada cuando los dos tíos le echan esperma en la cara al terminar su carrera por la medalla de plata.