Hoy en día es fácil para cualquiera echar un polvo. Todo lo que tienen que hacer es pasar por una universidad y poner un anuncio en el tablón de anuncios, preguntando si alguna chica quiere hacer una prueba para una película porno, y las llamadas empezarán a llover, dándote un grupo de amateurs entre las que elegir, que te chuparán la polla y te dejarán follar sus húmedos agujeros.