Son grandes, rebotan y son falsas de cojones. Cuando te gustan tanto las tetas grandes, ¿a quién coño le importa que sean de verdad? Todas estas zorras se han gastado un dineral para conseguir unas tetas realmente fantásticas. Son zorras que viven para el sexo. Les gusta en la boca, les gusta en el coño, les encanta en el culo y nada las hace más felices que tener una polla tiesa deslizándose entre sus tetas. Así que entra y disfruta del festival de sexo entre tetas, narrado por la leyenda rubia Jill Kelly.