A las damiselas que acuden a entrevistas de trabajo en el 142 de la calle 12 Oeste les ocurren cosas extrañas. Quién sabe por qué han ido realmente a ese edificio, pero todas se encuentran en la mazmorra, donde son adiestradas para obedecer a estrictas Amas y darles placer sometiéndose a bondage, juegos de tetas, azotes y ataduras de pechos.