Si alguna vez vas de viaje y encuentras un lugar llamado Mistress Manor, no pienses en registrarte para pasar una buena noche de sueño, porque es un salón BDSM con una ama pelirroja, con grandes tetas y a la que le encanta que le chupen los dedos de los pies, y en el sótano hay una mazmorra con una dominatrix que utiliza cuerdas de bondage, cadenas y mordazas de bola.