En su debut como directora, Taylor Rain sigue con lo que mejor sabe hacer y levanta el culo para que se lo folle un semental, mientras entierra su cara en la entrepierna de un segundo afortunado en el tipo de escena que nos deja con la boca abierta y que esperamos de una de las artistas sexuales con más talento de esta generación.Para no ser superadas por su director, las gatitas sexuales Katja Kassin y Kelly Kline asumen la posición y se ven llevadas al límite por el calor abrasador de sus propias escenas.