¿Y si vivieras al lado de una tía buena, a la que ves agacharse para atarse los cordones antes de salir a correr, y te quedas ahí sentado deseando que vuelva, con la esperanza de volver a ver su culo prieto? Imagínate que pudieras acercarte y follártela a tope, que te chupara la polla y correrte en su boca antes de irte a casa. ¡Estos tíos lo hicieron!