jr. college tramps

Escena 1

Alana Evans era el colchón de una fraternidad universitaria en un diminuto colegio comunitario de Georgia. Los tíos solían celebrar fiestas de barril como excusa para amontonarse sobre ella en orgías de una sola chica que parecían más un scrum de rugby que unas fiestas universitarias.

Escena 2

Sana Fey es tres años más joven que Miko Lee. Miko hizo todos sus estudios en su país, en el Pacífico, mientras que Sana Fey se licenció en una escuela de enfermería de Nuevo México. Esto demuestra que ninguna parte del mundo es responsable de producir el suministro ilimitado de putas que te trae Pussyman.

Escena 3

Reproduciendo casi todas las noches de los jueves de sus carreras universitarias, las compañeras de piso Lee y Mariah comparten una polla a cambio de un puñado de dinero para gastos. ¡Estas chicas tratan sus cuerpos como latas de cerveza, cambiándolos por el depósito de cinco céntimos cada vez que alguien aparece con unos cuantos pavos en el bolsillo!

Escena 4

La mayoría de las universidades de primer ciclo no tienen departamentos de atletismo, pero Kiki Daire creció en una familia acomodada que la envió a la glorificada decimotercera clase de una universidad de primer ciclo para niñas ricas. Lo aprovechó al máximo suspendiendo durante su primer año y volviendo a casa con más de tres docenas de muestras genéticas alojadas en su interior.

Escena 5

¿Hasta qué punto son listas estas novias universitarias? Observa cómo Alexandra Quinn y Kaylynn se dan cuenta rápidamente de que esos ladrillos bajo sus rodillas están duros. Se mantienen de puntillas y en cuclillas en vez de arrodillarse con la polla en la boca. Así de listas son...

Escena 6

Cuando su hermandad necesitaba dinero, Eva Moore organizó un lavado de coches para recaudar fondos. Esta vez ni siquiera pudo llenar el cubo de espuma antes de que Dave Hardman le quitara la toalla de las manos y le salpicara la cara de esperma.

Bonificación Escena 1

Entre bastidores con todas las zorras universitarias, no cuentes con aprender mucho... ¡aparte de lo tontas y cachondas que pueden llegar a ser las chicas del 13º curso!