Harta de mamá, me fui a la gran ciudad, sólo para descubrir que, sin dinero, lo único de valor que tenía era mi culito caliente y mis tetas maduras. En otra escena: ¿Quién iba a pensar que acabaría como groupie de una estrella del rock? Y pensar que mis padres creían que no llegaría a nada. Hmmm... ¿Me pregunto si follar es una profesión honorable? ¡Mira esto!